SISTEMAS DE EXTINCIÓN CON ESPUMA

Los sistemas de extinción con espuma se utiliza con el fin de mejorar la eficacia del agua como agente extintor de incendios, sobre todo cuando se requiere una rápida intervención contra incendios de productos almacenados que presentan un riesgo especial, generalmente líquidos inflamables y combustibles.
Se basan en una mezcla de agua, espumógeno y aire que se descarga sobre el elemento que provoca el riesgo.
Las instalaciones se basan en unos generadores conectados a una red de agua que permiten la descarga por una superficie o volumen a proteger.
Lo más importante de todo ello, utilizando cantidades muy pequeñas de agua.
Los sistemas de protección contra incendios mediante agua nebulizada, constituyen hoy en día la mejor alternativa a los sistemas gaseosos y en ciertas aplicaciones a las instalaciones de agua convencionales. En los sistemas de extinción por agua nebulizada se optimizan los recursos extintores del agua mediante la división del volumen de agua en gotas de muy pequeño tamaño, con lo que se consigue la máxima capacidad de refrigeración para una determinada cantidad de agua, reduciendo los volúmenes utilizados y, por lo tanto, los daños causados por los sistemas convencionales que utilizan el agua como agente extintor (rociadores automáticos, sistemas de diluvio, mangueras, etc.).
LAS VENTAJAS DE ESTOS SISTEMAS SON MUY IMPORTANTES, Y CABE DESTACAR:
- Económicos. Se trata de un agente extintor con un coste reducido
- Ecológico. No perjudica al medio ambiente
- No conductor de electricidad
- Eficaz para fuegos líquidos inflamables
- Inocuidad para los equipos protegidos y para las personas
- Limita los daños por agua
- Reducción drástica de la temperatura del recinto
- Mantenimiento del nivel de oxígeno
- Lavado de humos y gases tóxicos
- Previene la reignición
- Sistemas multidescarga
MECANISMOS DE EXTINCIÓN DEL AGUA NEBULIZADA

Los agentes extintores convencionales actúan sobre el fuego mediante alguno de los siguientes mecanismos: enfriamiento, sofocación o bloqueo del combustible.
El agua nebulizada debe su eficacia extintora a la actuación conjunta de tres efectos principales:
- Enfriamiento: El agua nebulizada posee una gran capacidad de enfriamiento, por la división del agua utilizada en gotas de tamaño micrométrico, lo que produce en principio una gran superficie de captación de calor y, además, el que estas micro gotas en contacto con los cuerpos o gases calientes se transformen en vapor absorbiendo una cantidad de calor equivalente a 540 calorías/gramo.
- Sofocación: El vapor generado desplaza un volumen de oxígeno equivalente, produciendo un efecto de sofocación.
- Atenuación del calor radiante: El calor radiante es uno de los fenómenos que contribuye al mantenimiento de la reacción de combustión al producir la elevación de temperaturas a masas adicionales de combustible. La niebla generada en el recinto reduce enormemente este fenómeno.